Cuando se puso de moda, como otras muchas tapas, la podías encontrar en la carta de cualquier gastrobar, y ahí estaba yo pidiéndola una y otra vez en todos los bares habidos y por haber.
El otro día me dio por buscar en internet como se hacía, y cual fue mi sorpresa al descubrir que su elaboración es tan sencilla y simple, más sorpresa aún cuando lo llevé a cabo con un resultado excelente.
Mejor no me ha podido salir. Que ricaaaaaa, blandita, jugosa. Con un sabor muy peculiar a cítricos.
Después de leer unas cuantas recetas como siempre, la adapté como me pareció.
Preparación:
- Salpimentamos la pieza de Presa Ibérica y la marcamos por todas los lados en una sartén bien caliente.
- Elegimos un recipiente donde quepa bien la Carne y se pueda tapar con todos sus ingredientes.
- La introducimos y cubrimos entera de soja.
- Le añadimos el resto de ingredientes: unas cuantos trozos de cáscara de Limón, Naranja, rodajas de Jengibre, el zumo de medio Limón y de media Naranja, y por último, un chorrito de Coñac.
- La tapamos y dejamos macerar 24 horas en el frigorífico.
- Cortamos, decoramos al gusto, y listo!
La Carne, buenísima tal cual, sin decorar ni añadirle nada más. Aunque yo en este caso, le he puesto una gota de Aceite de Arbequina a cada uno de los trocitos, y un poquito de Cebollino.
¡ Divino !