Rincón de Piedra y Mar, así decidí llamar a este lugar idílico para desconectar, relajarse, alejarse de lo cotidiano, donde la prioridad es disfrutar, y las horas y el tiempo una vez aquí..., dejan de existir.
El azul del cielo y el mar de aguas cristalinas bañan toda la visión, decorado por la inmensidad de rocas color bronce , imponente frente a la fuerza del agua, verde vegetación, flores de colores, olor a sal, arena y humedad.
Reina una quietud muy agradable, sólo el sonido lejano de alguna que otra gaviota se cuela en la casa por una ventana abierta. Las encargadas de avisar que comienza un nuevo día.
Despertar y ver el mar. El sol radiante brillando en la mañana extiendiendo sus rayos desprendiendo su calor, en este mi rincón de piedra y mar.
Salir a correr por unos senderos de tierra entre pinares y eucaliptos en la cima del acantilado, viendo el océano Atlántico, respirando la suave brisa, aire puro. ¡ Oxígeno !.
Nadar, leer, pasear, fotografiar... todo a orillas de su mar.
Su luz cálida al atardecer mientras desaparece por detrás de las montañas y la oscuridad cae poco a poco sobre el acantilado.
Me irradia paz y tranquilidad, es lo que transmite estar en este entorno. Calma y aislamiento absoluto, desconexión del mundanal ruido. No necesito más que mantener bien abiertos los ojos para poder admirar todo cuanto me rodea, tanta belleza, sus contrastes, y esa luz diferente. Mire donde mire día tras día en este rincón de piedra y mar. Embelesada.
GASTRONOMIA :
Estrellas Patricatessen para mi restaurante preferido : ** Caniço
Situado en una cueva a orillas del mar en la playa de Prainha Club. Consta de dos plantas: la primera para comida rápida, cafés, cócteles, helados... etc. Y la segunda, para almorzar o cenar a la carta.
Recomendaciones:
1º.- 13:30h. Tomar un aperitivo. Buenísimo: Mojito o Caipiblack.
2º.- 21:00h. Ir al menos un día a cenar a la parte alta, reservar con días de antelación y pedir mesa frontal con vistas al mar. Agradable y con mucho encanto. Mientras cenas, aparte de la vista espectacular, que ya de por si tiene, puedes ver imágenes de peces y de las profundidades proyectadas en las rocas.
3º.- Pedir el pescado fresco del día hecho a la parrilla, de los que te muestran en una bandeja en tu mesa. De los más ricos uno típico de la zona, la Cantarina.
Alvor es un pueblecito de pescadores bastante pintoresco situado en el Algarve portugués a 5 km de Portimao. Y a media hora aproximadamente de Lagos.
Su casco antiguo de construcciones bajas, calles estrechas y empedradas ofrecen una amplia oferta de tiendas y restaurantes. Numerosos de estos restaurantes desprenden el aroma de pescado a la brasa que podrás ver en las parrillas mientras paseas y decides en cual entrar a probar.
Y para aquellos que no sólo quieren tranquilidad en el pueblo podrán encontrar el bullicio del gentío y ambiente que ofrece este por la noche donde poder copear, bailar y divertirse.
Una vez descrito mi paraíso donde habito yo en este rincón de Alvor, muy a mi pesar tengo que hacer las maletas, y regresar a la ciudad ¡Noooooooo!
Estoy contigo!! Hace mucho pude disfrutar de este maravilloso lugar....
ResponderEliminarEspero volver pronto!
Gracias por hacerme recordar! ;D
Un placer, hacer recordar algo bueno.
Eliminar¡ Me alegra saberlo !
Gracias.
Un Saludo
Q preciosidad!! En que hotel te quedaste??
ResponderEliminarSaludos!!